Las plantas son un regalo que genera y reafirma un vínculo!!
Cuando
regalamos una planta natural, no estamos ofreciendo un objeto o una
herramienta. Tampoco un motivo ornamental. Más allá de todo esto, regalar una planta natural es regalar un ser
vivo.
Debido
a ello, el obsequio se convierte en algo mucho más importante que cualquier
dispositivo, prenda o algo material. La
planta crea un vínculo irreemplazable entre aquel que realiza el regalo y aquel
que lo recibe. El primero se compromete a entregar un ser vivo como muestra
de agradecimiento, felicitación y compromiso o tan solo buenos deseos. El que
las recibe debería tomar este regalo como una gran muestra de confianza,
cuando regalamos una planta natural, apostamos
por alguien. Sabemos que esa persona se hará responsable del ser vivo: lo cuidará, lo mimará, lo protegerá de las
inclemencias y le permitirá crecer y florecer. Por eso, al entregar un
regalo de estas características, reforzamos
la confianza que tenemos en alguien.
Regalar una planta natural es
crear una experiencia entre ambos
protagonistas. Un vínculo inquebrantable que refuerza la amistad o afianza
la relación. Mientras viva, la planta será una señal clara y diáfana de la
misma.
Más allá del
materialismo!
Además,
las plantas naturales muestran un camino alternativo ante el materialismo que
inunda el mundo. Su simbolismo trasciende
lo material, puesto que las plantas, sean del género que sean, expresan sentimientos y emociones: pasión,
supervivencia, inocencia, belleza, alegría, intensidad, etc.
Cuando
vemos una planta crecer bondadosamente a nuestro alrededor, se nos repleta el corazón de dicha. Si la
vemos florecer, nos maravilla con
su color y su hermosura. Una planta
natural despierta sonrisas en todo el mundo.
Por
esa razón, no hay regalo más
significativo, profundo y emotivo que una planta natural. Nos invita a
crecer mientras cuidamos de un ser vivo. Aprendemos de la vida y experimentamos sensaciones de armonía con
el mundo natural. Una consonancia y armonía con el universo que se desata
directamente de las plantas naturales.
Belleza para
toda una vida!!!
Aunque
puede que no sean eternas, las plantas
pueden durar muchos años si se cuidan correctamente. Además, son más persistentes que los ramos de flores naturales,
que tienden a marchitarse más tarde o más temprano. Por eso, regalar una planta
natural es un regalo que puede trascender por décadas.
Con
todo, tampoco hay que desmerecer la preciosidad de las plantas. De hecho, son ampliamente utilizadas como motivos ornamentales en
cualquier establecimiento público, plaza o domicilio privado.
En definitiva, las plantas resultan atractivas para todos, y además,
pueden colocarse en cualquier punto de la casa: en el balcón, en el jardín, en
la ventana, en una habitación o incluso en el pasillo. Son, por tanto, un regalo muy versátil con mucho prestigio.
Algunas
razones más…
Aun
así, si todavía eres reacio a regalar plantas naturales a cualquiera de tus
conocidos, te enumeramos a continuación algunas buenas razones más:
·
Son una obra de arte,
que además, evoluciona con los meses. Se trata de un motivo ornamental
cambiante del que nunca nos aburriremos.
·
Como parte de la flora, simbolizan
la eternidad, la vida y la juventud. Las plantas contagian alegría y positivismo. Un hogar con plantas
naturales es un hogar feliz.
·
Existe muchas variedades de plantas decorativas. Nunca te cansarás de regalarlas, porque
existen especies para todos los gustos y colores.
·
Crean una atmósfera llena de paz
y tranquilidad. Siempre resulta agradable rodearse de plantas y flores.
Algunas, además, pueden ayudar repeler insectos
·
Son
económicas, tanto a la hora de regalarlas como en el momento de
mantenerlas.
·
Cuidar de una planta es sencillo.
Tan sólo hay que dedicarle unos minutos cada día.
POR ESO….Regala
ya plantas naturales!!
En
resumen, regalar una planta natural es regalar
amor, alegría, belleza, paz y eternidad. Cualquier familiar y amigo se
sentirá muy agradecido de recibir una planta natural por su cumpleaños o por
cualquier otro acontecimiento especial. No
sólo estás regalando vida, sino también confianza y oportunidades.
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